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18 de diciembre de 2015

SUPERAR LA ORFANDAD DEBERA SER EL OBJETIVO
Creo que sería apropiado decir que el fútbol argentino, tras el fallecimiento de Julio GRONDONA, en un "sentido figurado", quedó huérfano. Y así se debate en estos tiempos tratando de rearmarse y tomar un rumbo. Pero en la materia que a nosotros nos compete, es decir el FUTBOL JUVENIL e INFANTIL, la orfandad es más notoria aún. 
Excede a este espacio calificar la gestión de GRONDONA, y por tanto no voy siquiera a intentarlo. Pero si mencionaré algunos aspectos que quizás se desconocen: hacia mediados de los 80' sólo JUVENILES A tenia las seis divisiones en competencia (de 4ta a 9na). JUVENILES B contaba con cuatro,  JUVENILES C dos y JUVENILES D sólo una. En la larga gestión de GRONDONA todas las categorías llegaron a las seis divisiones. Y los equipos del interior se vieron representados también en juveniles.
Sólo había ternas arbitrales en las juveniles de Primera, y el resto se debía acomodar a la presencia de un sólo árbitro para las tres divisiones. Las revisaciones médicas de los jugadores juveniles e infantiles se volvieron anuales y obligatorias. Y mencionar, en nivel competencia, que ARGENTINA logró seis titulos mundiales en juveniles
Pero la orfandad no sólo se refiere a la ausencia de GRONDONA. Este año lamentamos las pérdidas de Don Ricardo PETRACCA, fundador junto a GRONDONA de la Comisión de FUTBOL INFANTIL, y ayer, por su fuera poco, nos dejó el entrañable Dr. Juan PEREZ, Vice de la Comisión e infatigable colaborador de PETRACCA. Dos ausencias que serán muy notorias para el FUTBOL INFANTIL.
ARGENTINA, vale recordarlo, es el único país con semejante organización competitiva en FUTBOL INFANTIL, hoy con 72 instituciones participantes.
A esta altura, está claro, el gran desafio para el 2016 será lograr aunar un conjunto de dirigentes con capacidad para trabajar en los torneos juveniles e infantles. Y, agrego, con GANAS de trabajar en esto. No es fácil la tarea de ser un dirigente dedicado al fútbol de los más jóvenes. Resulta generalmente ignorada. No es fácil pasar seis o siete horas en una cancha auxiliar, mientras los demás dirigentes de los clubes están "viendo a la primera". Considero que para ser dirigente de FUTBOL JUVENIL e INFANTIL, sobre todas las cosas, hay que tener vocación. Pero, por suerte para nuestro fútbol, los hay. Existen. Y son ellos quienes deben "asumir la orfandad", ponerse los pantalones largos y llevar adelante a nuestro fútbol juvenil. 
Hay mucho por hacer. Hay muchas falencias. Pero hay una estructura UNICA a nivel mundial, con 21 torneos juveniles e infantiles por año, con TODAS LAS CATEGORIAS REPRESENTADAS (1996 a 2005) en TODOS LOS EQUIPOS DIRECTAMENTE AFILIADOS.
Sobre estas bases hay que seguir adelante. Más allá de Segura o Tinelli. O de quien sea. De alguna forma hay que empezar otra vez. Hay capacidad, hay ganas. Ojalá los celos o rencores personales queden al margen.
En ese caso, la "orfandad" será de caracter transitorio y las categorías menores de nuestro fútbol comenzarán otra etapa de crecimiento, ya no de estancamiento.

Leonardo PERALES.
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