domingo, 14 de octubre de 2012

EL SABOR AMARGO  QUE DEJO EL FIN DE SEMANA
Esta mañana me dio pena comprar el diario. Es decir, en realidad la pena la vengo masticando desde ayer por la tarde, cuando en el trabajo de recopilación de resultados los delegados me iban informando sobre grescas y hechos violentos en el fútbol juvenil. 
Pero la experiencia me indica que cuando uno trabaja periodísticamente con menores no hay que buscar la primicia, o la nota que trascienda. Hay que tener precaución. Entonces preferi no ahondar en el detalle de cada hecho en la página. 
Claro que cada medio trabaja como quiere, y no faltó alguno que, desconociendo siquiera donde juegan los equipos juveniles de ascenso, se quiso apuntar un "poroto periodístico" haciendo de un incidente en luna cancha un informe casi terminal...  Allá ellos.
Y hoy, un medio al cual respeto por su trabajo con el futbol juvenil desde hace tantos años, y con otro concepto periodístico, como el Diario Crónica, reflejó esos hechos en sus páginas. Si yo trabajara en Crónica -sin dudas- haría lo mismo. No tienen porque tener la misma conducta informativa que un medio que trabaja especificamente con el futbol juvenil. 
Leer ese informe me causó bronca, desazón. Porque hemos llegado a tanto? Porque siempre un paso más allá en una escalada de violencia y conflictos que deberían abortarse del fútbol juvenil?? Porque me tiene que dar vergüenza ir a ver un partido con un menor, porque los insultos sin limite y las agresiones insoportables??? 
El esfuerzo de los delegados, siempre ignorados trabajadores de este mundo futbolistico parece no alcanzar. Los técnicos, los preparadores físicos, los colaboradores de los clubes... ningún esfuerzo alcanza.
Entonces pienso, o intento hacerlo: no será cuestión que en cada casa, en cada hogar, tratemos de darle una vuelta de tuerca más al dialogo con los chicos, es decir con los jugadores,
No será cuestion que los mayores demos el ejemplo, o ya hemos caido tan bajo que ni para dar el ejemplo servimos???? Intentemos, no seamos más partes de la decadencia. EDUQUEMOS. Con nuestros medios, precarios si se quiere. Pero no fomentemos más la violencia  y los insultos en las canchas. TENGAMOS, AL FIN DEL CAMINO, UN POCO DE SENSATEZ.

Leonardo Perales.
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